Al alma perezosa le cuesta abrir los ojos
y el corazón es una máquina que a veces se oxida...
Lo mejor de la espera es un café,
conectarse a la rabia,
abrir una página en blanco
y vomitar la mierda...
Gritar que estoy cansada;
cansada de extender los brazos,
del ya no puedo más
y de esperar ese puto milagro
en cuatro letras.
No te encabrones- ya lo ves-
todo me va de puta pena
y aunque digas que te importa un carajo
yo sé que hoy te hará más feliz
mi mala estrella...
Rosario Martín